martes, 10 de marzo de 2009

Los No Muertos están bien vivos

Nos reunimos nuevamente la tarde del sábado en nuestro flamante recién estrenado club de lectura. Parece que la idea va cautivando adeptos y algunas personas más que la primera vez nos acompañaron al café y las rosquillas de chocolate. A pesar de que El vampiro de J. W. Polidori no da para comentar mucho en cuanto al relato en sí, y no pasa de ser la anécdota de su creación lo que encandila a los lectores avezados, nos sirvió para comprobar que el género chupasangres está de moda y muy de moda. Hombres vampiros, alienígenas vampiros, condes vampiros, vampiros adolescentes con la hormona alterada, cazadores de vampiros, vampiros que quieren dejar de serlo, vampiros sintéticos, vampiros del surf. Para cualquier amante de estos fieles y leales hijos del inframundo es un momento dulce. De todas formas, y pese a que nos enganchemos de forma recurrente a cualquier libelo que nos evada o nos eleve nuestras más bajas pasiones, añoramos esa gran novela. Stoker en el pasado, y quizá Rice en el presente, dejaron un listón muy elevado. Las viejas y nuevas generaciones de lectores esperan con ansiedad textos que le den otra vuelta de tuerca al género, que reanimen el mito más allá de valores preconcebidos. Mientras tanto rescatamos, redescubrimos clásicos y nos entretenemos (que no es poco) con las historias de Buffy, True blood, Chris Moore o Anita Blake. No quiero tampoco olvidar, en un ataque de fervor patrio, que en España tenemos buenas muestras de nueva literatura de terror. Aunque el tema vampírico esté menos extendido, sí que podemos disfrutar de grandes momentos de canguelo con Santiago Eximeno, Pilar Pedraza, Rubén Sánchez Trigos, Marc R. Soto, entre otros.




... Y en Abril, Cumbres Borrascosas, ahí es nada.